
María se levantó y partió sin demora
(Lc 1,39)
Cuando se abrieron oficialmente las inscripciones para la JMJ 2023 de Lisboa, el Papa Francisco, en el Ángelus dominical, se inscribió él mismo como primer peregrino, involucrando a jóvenes de todo el mundo: “Os invito a inscribiros en este encuentro en el que redescubriremos, después de un largo período de aislamiento, la alegría del abrazo fraterno que tanto necesitamos.
Para que sea una experiencia realmente abierta a todo el mundo, como Iglesia de Bérgamo hemos pensado hacer todo lo posible para que también algunos jóvenes que frecuentan las parroquias donde hay misiones diocesanas tengan la posibilidad de participar en este evento, una oportunidad más única que rara para ellos, dada la situación económica y las dificultades burocráticas que encuentran para poder emprender un viaje “regular” a Europa.
Los misioneros de Bolivia, Costa de Marfil y Cuba identificaron a varios jóvenes deseosos de vivir esta aventura, y con ellos comenzó un viaje de casi un año, para reunir los fondos necesarios, para una formación adecuada, pero también para todos los trámites administrativos, obtener pasaportes, visados, billetes de avión, etc.
Al final de este proceso, los jóvenes implicados son muchos más de los esperados: ¡6 de Costa de Marfil, 22 de Cuba y nada menos que 37 de Bolivia!
Paralelamente, en nuestro hemisferio, entre otras cosas, se organizó un programa de viajes para tocar algunos lugares significativos de la fe, el arte y la cultura en Italia (Roma, Asís, Venecia, Milán, etc.) y Bérgamo (Bérgamo Alta, Sotto il Monte, etc.), implicando a algunas parroquias para la acogida y a varios voluntarios para la logística y el acompañamiento.